Con las siguientes palabras el Director del ITVR puso punto final al retomado ciclo de conferencias "Los Jueves del ITVR 2021":
Hace 25 años, la exhortación apostólica Vita Consecrata invitaba a todas las congregaciones a acoger la propia historia y atreverse a dar un paso hacia adelante. Ambas actitudes están en la base de la celebración de este Ciclo de los Jueves del ITVR 2021. Siguiendo esta propuesta, en las nueve conferencias de este año hemos repasado y acogido interdisciplinarmente nuestra profunda inspiración bíblica, nuestro fundamento teológico, nuestra misión, nuestra espiritualidad, nuestro proceso de integración en la eclesiología comunional, nuestro lugar en la Iglesia sinodal y nuestra historia. Se trataba de acoger todos estos aspectos, releerlos desde las claves que ofrece Vita Consecrata y sacar de todo ello las lecciones que necesitamos para vivir como consagrados aquí y ahora.
El esfuerzo por acoger la propia realidad nos ha dado, en primer lugar, la oportunidad de profundizar en nuestro ser y de desarrollar las raíces. Y precisamente este fue el motivo que nos movió a organizar estas conferencias, es decir: ayudar a los consagrados a estimular el crecimiento en la conciencia de sus raíces, repasando los núcleos fundamentales de su identidad. La hoja de ruta para conseguir este objetivo ha sido la exhortación Vita Consecrata, que no es un documento entre otros sino, como han subrayado algunos de los ponentes, el mayor regalo que ha hecho el Magisterio de la Iglesia a los consagrados, después del Concilio Vaticano II.
En segundo lugar, esta conferencias han abierto la mirada hacia la lectura esperanzada de un presente que reclama respuestas y un futuro que necesita audacia. Hemos entendido que Vita Consecrata hace también una invitación a ser valientes, pues la parresía de la que habla el Nuevo Testamento es parte constitutiva de nuestro ser. Dicha audacia ha sido puesta en valor en todas y cada una de las conferencias, adquiriendo diversos matices:
- La audacia de buscar respuestas nuevas, poniendo la teología de la vida consagrada en diálogo con la tradición eclesial, como nos mostró el Cardenal Aquilino Bocos; así como, en apertura a las nuevas interpelaciones de nuestra época, que tanto ponderó y aclaró el profesor José Cristo Rey García
- La audacia de no olvidar el profundo vínculo que hay entre nuestro ser consagrados y la Sagrada Escritura. A esto se une la necesidad de interpretar nuestras señas de identidad en diálogo incesante y discerniente con la Palabra de Dios, tal como subrayó la profesora Ianire Angulo.
- La audacía de ser signos de Dios en medio del mundo, memoria viviente del modo de vivir y actuar de Jesús, haciendo de nuestra vida una misión y llenando de misión nuestra vida, que nos recordaba la conferencia del profesor Fernando Prado.
- La audacia de seguir el paso de la historia, sin perderse en la lectura idílica del pasado, ni ceder a la tentación de la desesperanza, ante una coyuntura cada vez más desafiante para la vida consagrada. Una lección de la historia que mencionaba el profesor Antonio Bellella.
- La audacia de asumir en nuestra vida concreta hasta las últimas consecuencias la eclesiología de comunión, que nace de la conciencia de Dios Trinidad, y reclama la reciprocidad eclesial y el repensamiento de nuestro modo de vivir la vida fraterna. Para todo ello nos abrió caminos el profesor Carlos García Andrade.
- La audacia de buscar a Dios con todas las consecuencias, sin miedo a lo que el encuentro con el Misterio pueda pedirnos; dejando que la fuerza del espíritu sea la savia que, circulando por nuestras venas, enriquezca día a día nuestra experiencia vital y apostólica. Una espiritualidad abierta, profética e inquieta, como nos recordó la profesora Rosa Ruiz Aragoneses.
- La audacia de introducir en nuestras relaciones la práctica de la sinodalidad, con todas las implicaciones que esto tiene: la escucha atenta, la paciencia, la colaboración, el diálogo intenso con el resto de las formas de vida cristiana y con el Pueblo de Dios, como subrayó Cristina Inogés.
- La audacia de la novedad que hoy ha resonado en nuestros oídos con la sugerente y extraordinaria conferencia de Pilar Fiol. Sus palabras nos han acercado a la creatividad de las formas, evocadora de la acción incesante del Espíritu y de la fuerza de los carismas
Así concluyen “Los jueves del ITVR” de este curso 2021/22 en nuestro Instituto Teológico de Vida Religiosa. Después de la pausa forzada del año pasado, hemos retomado nuestro tradicional Ciclo de Conferencias del primer cuatrimestre de nuestro Instituto. Creo que es de justicia felicitarse por el nivel de las conferencias, agradecer el seguimiento que han tenido con el consiguiente apoyo de muchas comunidades y, finalmente, levantar acta agradecida de la repercusión que nuestro ciclo ha alcanzado en esta ocasión: tanto en su modalidad presencial como sobre todo online. Puede decirse sin exagerar que cada conferencia ha contado con más de 1200 asistentes.
Todas las conferencias está disponibles en nuestro canal de Youtube.