Nace el 30 de diciembre de 1848 en Vélez Rubio (Almería), en el seno de una familia muy cristiana. Su exquisita sensibilidad descubre pronto el dolor de los que sufren, que hiere su amor cristiano. Almería, Puerto Rico, Santiago de Cuba, Madrid y Sevilla serán el escenario de su testimonio de amor para con los necesitados. Su voz no puede callar. Cualquier lugar es adecuado: bajo el sol de Cuba o en las orillas del Manzanares; en el barrio de las Injurias o en Palacio Real; "con el rey o con el obrero".
Le urge que todos sepan lo que un día soñó: "Hacer de todos los hombres una sola familia en Cristo Jesús". La familia estará integrada por adultos ignorantes y por trabajadores vejados, por marginados de la sociedad y por alejados de Dios y de la Iglesia... A todos les unirá el amor que ella misma vive: "Tú cuanto eres, eres mío; yo, cuanto soy, tuya soy" –afirma ante el amor de Dios–. Herederas de tanto amor son sus hijas: Las Damas Apostólicas", hoy denominadas "Instituto Catequista Dolores Sopeña".
Muere Dolores, con fama de santidad, en Madrid el 10 de enero de 1918. El 11 de julio de 1992 Juan Pablo II declaró la heroicidad de sus virtudes. El 23 de abril del 2002 fue promulgado el decreto de aprobación del milagro que abre el camino a la beatificación de María Dolores.
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