Nació en Sevilla el 22 de mayo de 1693. A los 25 años queda huérfana y se decide a fundar un Beaterio donde las niñas huérfanas y abandonadas pudieran encontrar un hogar y cariño. Así podrían servir decorosamente a Dios y a la sociedad.
En el beaterio invierte su humilde patrimonio, y no tiene inconveniente en convertirse en “andariega por sus niñas”. Intensifica el trabajo de sus manos, pide limosna por las calles de Sevilla, por los pueblos de la redonda, y aun dos veces se embarca hacia las Indias con tal de que sus niñas fueran formadas.
El beaterio de la Santísima Trinidad (MM. Trinitarias) de Sevilla continúa la obra de Madre Isabel: que las niñas abandonadas tengan hogar. Una vez formadas, pueden elegir el camino que les parezca. Siempre tendrán abiertas las puertas del beaterio. Si un día enferman, se jubilan o están achacosas, el beaterio las acogerá hasta que llegue su último día.
Madre Isabel murió el 8 de mayo de 1774.