Nació en Madrid el 10 de enero de 1889. Es celebrada por la Iglesia Latino Americana como “profeta de la nueva evangelización” y como “Madre Conciliar”.
No pudo ser sacerdote jesuita, como quería ser en su niñez, pero sí que anunció la Palabra con métodos nuevos y con expresiones nuevas en varias naciones Latino Americanas: Bolivia, Argentina, Perú y también en España. Las minas y los ranchos de los indios fueron los escenarios de su nueva evangelización.
Por su profunda y mística experiencia eclesial figurará entre las precursoras del Vaticano II. En ella se conjunta armónicamente la fidelidad a la Iglesia y al pueblo, la adhesión a la jerarquía y el compromiso con el pueblo. Emprendió una “cruzada de amor a la Iglesia”. Expresión de la misma son las Misioneras Cruzadas de la Iglesia. Ellas, como la Bta. Nazaria, han sido llamadas para escuchar la Palabra y encarnarla en el hoy eclesial, atender el clamor de los pobres y “partir con ellos el pan”.
Murió M. Nazaria en Buenos Aires el 6 de julio de 1943. Fue beatificada por Juan Pablo II el 27 de septiembre de 1992, cuando la Iglesia celebraba el quinto centenario de la evangelización de América Latina. Su memoria se celebra el 6 de julio. Canonizada por el Papa Francisco el 14 de octubre de 2018.