Santa María Bernarda Bütler (n. Auw, Suiza; 28 de mayo de 1848 - †. Cartagena de Indias, Colombia; 19 de mayo de 1924), religiosa suiza, fundadora de las Franciscanas Misioneras de María Auxiliadora. Canonizada el 12 de octubre de 2008 por el papa Benedicto XVI.
Nació en Auw, en el Cantón de Argovia, Suiza, el 28 de mayo de 1848. Cuarta hija de Enrique (Enrico) y de Catalina (Caterina) Bütler, pobres campesinos y fervientes católicos. Curso la escolaridad básica terminando a los catorce años y dedicándose a las labores domésticas y al trabajo agrícola. Hizo un primer intento de vida religiosa a los dieciocho años pero regreso a su casa, en donde siguió trabajando y dedicándose a la oración personal para dilucidar su vocación. El 12 de noviembre de 1867, teniendo 19 años, por una sugerencia de su párroco, dedició ingresar al monasterio franciscano de María Auxiliadora en Altstätten, tomando el hábito franciscano el 4 de mayo de 1868 asumió el nombre de "Sor María Bernarda del Sagrado Corazón de María". Hizo profesión religiosa el 4 de octubre de 1869. Poco después fue electa maestra de novicias y posteriormente Superiora de la Comunidad.
Recibiendo una carta de monseñor Pedro Schumacher, obispo de Portoviejo, Ecuador dónde le hacía saber la difícil situación que guardaba su diócesis, ofreciéndola como territorio para realiza misiones, Sor María Bernarda decidió que tal era un llamado de Dios, por lo que se decidió ir como misionera a aquellas tierras. Tuvo que vencer la oposición de su obispo y obtener un indulto pontificio para poder dejar el monasterio, comenzando su viaje el 19 de junio de 1888, con otras seis compañeras llegano primero a El Havre, Francia para luego pasar a Ecuador.
Una vez en Centroamérica el obispo ecuatoriano les encomendó a las religiosas el pueblo de Chone, entonces con 13000 habitantes, escasa de sacerdotes, sin práctica religiosa y con una moral disoluta. Se creó una filial del monasterio suizo. Aprendieron la lengua local y su cultura, comenzando obras de misericordia, tales como enseñanza de niños y jóvenes, evangelización, apoyo litúrgico, visita y asistencia de pobres y enfermos, mejorando con ello la vida de aquella comunidad.
Con ello, la congregación creció en integrantes, creando dos filiales en Santa Ana y Canoa. No obstante, además de las dificultades que implicaban la carencia económica, el insoportable clima y las dificultades con la jerarquía eclesiástica, la hermana María Bernarda tuvo que sufrir la escisión de su congregación, ya que algunas de sus miembros se separaron para crear la comunidad autónoma de las "Franciscanas de la Inmaculada".
En 1895 se desató una persecución contra la Iglesia católica, lo que obligó a la hermana María Bernarda y sus 15 compañeras a salir de Ecuador para dirigirse a Colombia, a donde se embarcaron desde el puerto de Bahía. Así recibieron la invitación de monseñor Eugenio Biffi, entonces obispo de Cartagena de Indias, para trabajar en dicha diócesis. El 2 de agosto de ese mismo año arribaron a Cartagena, donde se entrevistaron personalmente con el obispo, quién les otorgó como alojamiento el hospital femenino denominado "Obra Pía".
En Cartagena fundaron una casa al igual que en Austria y en Brasil donde realizaban obras de evangelización y atención a pobres y enfermos, a quienes daba preferencia. Al respecto se le atribuye esta frase dirigida a sus hermanas: «Abran sus casas para ayudar a los pobres y a los marginados. Prefieran el cuidado de los indigentes a cualquier otra actividad».