Nació en Tagaste (África Romana) el 13 de noviembre del 354. Joven de prometedoras esperanzas, aprendió de su madre, Mónica, a amar a Jesús y a su Iglesia. Buscador incansable de la verdad, quería “palparla” científicamente. En la crisis de la juventud se aparta de la Iglesia. A la Iglesia retorna, cuando ha encontrado a verdad. Se convierte en los primeros días de agosto del 386. En la vigilia pascual del año siguiente es bautizado en Milán por San Ambrosio. Decide consagrarse a Dios con el voto de castidad. En su Tagaste natal convive con sus amigos en vida común. Es ordenado sacerdote de la diócesis de Hipona el año 391. Funda entonces el primer monasterio, que ha de abando-nar el 397, cuando es consagrado obispo de Hipona. En la casa episcopal funda un segundo “monasterio de clérigos”. Hacia ese mismo año funda un monasterio más, esta vez de mojas, del que fue Prepósita su hermana. La Regla de Agustín es la más antigua de Occidente. Amó a la Iglesia “con el corazón, con el alma y con la pluma”. Murió en Hipona el año 430. Sus reliquias –“aquellos huesos que ardieron de amor”– se veneran en Pavía.