Nació en Druelle (Francia) el 6 de septiembre de 1787. Durante su infancia y parte de su adolescencia vive con su abuela materna en el castillo de Ginals. El ambiente familiar es de elevado nivel cultural y de profunda religiosidad. Emilia, con una fuerte experiencia religiosa, ve lo que existe más allá de las paredes del castillo: un pueblo dolorido, carente de formación humana y religiosa, y se dice a sí misma: “Seré la educadora de los pobres”.
El 3 de mayo de 1816, con la colaboración de tres amigas, abre la primera escuela gratuita. Sin darse cuenta se ha convertido en fundadora de las Religiosas de la Sagrada Familia de Villefranche. La escuela no es suficiente. Abre orfelinatos, visita a los enfermos, a los presos, acoge a las jóvenes prostitutas...
A su muerte –el 19 de septiembre de 1852– deja una congregación en pleno despliegue expansivo, que quiere vivir el espíritu de la Sagrada Familia de Nazaret. Fue beatificado por Pío XII el 9 de junio de 1940 y canonizada también por Pío XII el 23 de abril de 1950.