XX Encuentro de Juniores/as. "Grandes claves eucarísticas de nuestra vida consagrada"
La Escuela Regina Apostolorum, de los misioneros claretianos, celebró los días 6-8 de marzo la XX Edición del Encuentro de Juniores/as. Llevaba por título «Grandes claves eucarísticas de la vida consagrada». Hubo un total de 140 participantes. En cuatro sesiones se abordaron sendos bloques temáticos, que correspondían a los elementos estructurales de la vida religiosa: la consagración, la comunión (eclesial y comunitaria) y la misión.
La tarde del viernes 6, la profesora Irene Aguilar Berral, omi, propuso una triple mirada a la eucaristía: la vio prefigurada en el Génesis, que revela la vocación del ser humano, en su diferencia sexual, al amor. Otra mirada se dirigió a Jesús en el camino de oblación vivido en su propio cuerpo; este camino culmina en los tres momentos de la Cena, del sacrificio de sí y del servicio del lavatorio de los pies, relacionados, respectivamente, con los votos de castidad, obediencia y pobreza); la tercera mirada se fijó en nuestra participación en la oblación de Jesús, haciendo ofrenda de nuestra vida al Padre mediante el Espíritu.
El profesor Carlos Martínez Oliveras, cmf, trató la mañana del sábado sobre eucaristía y eclesialidad. Articuló un cuádruple acercamiento: bíblico (la última cena, la comunidad de Hechos y la perspectiva paulina); histórico (las variadas aproximaciones al misterio del Cuerpo de Cristo, desde la identificación patrística entre comunión eucarística y comunión eclesial, la posterior disociación de eucaristía e Iglesia y sensibilidad de Oriente y Occidente expresada en las plegarias); teológico, relacionando la interconexión entre misterio eucarístico y misterio eclesial, señalando las notas compartidas por ambos misterios y correlacionando la referencia de ambos al pasado, al presente y al futuro; carismático-religioso, mostrando la eucaristía como corazón de la vida consagrada, la cual ha de saber combinar lo universal, siendo fermento, y lo particular, insertándose en la Iglesia del lugar.
El profesor Julián de Cos, op, habló de la eucaristía como fuente de la vida comunitaria. Hizo un recorrido por la historia: los orígenes, en que van unidos eucaristía y ágape fraterno; los cambios de los siglos II y III (misa centrada en el obispo), las misas íntimas de los primeros monjes del desierto, el gran siglo IV, los cluniacenses con sus misas diarias y muy solemnes, la época postridentina (con el precepto dominical), la actualidad. En esta se dan tres tipos de celebraciones: parroquial, solemne, íntima. En la misa comunitaria se deben procurar las notas de familiaridad, intimidad, cuidado de la belleza, evitación de la rutina.
El domingo intervino el profesor José Cristo Rey García Paredes, cmf. Relacionó eucaristía y misión y señaló como misión de la vida consagrada la de testimoniar el amor inefable de Dios y la esperanza dichosa, realidades esenciales de la eucaristía. Situó este sacramento en la misión que viene de Dios Abbá y como parte de la misión del Hijo y del Espíritu. Se centró luego en la eucaristía como fuente y estímulo para la misión eclesial: un primer sentido del Ite missa est enfatiza la dimensión eclesial y comunitaria de la eucaristía; el segundo, misionero, recuerda los envíos de Jesús y subraya que la experiencia eucarística nos hace testigos de amor y de esperanza que comparten la Palabra y se entregan en el Cuerpo y Sangre de Cristo.
En cada tiempo, los once grupos en que se dividió toda la asamblea de juniores/as trabajaron sobre cuestiones planteadas por los ponentes. En el plenario, cada grupo expuso la gran variedad de respuestas suscitadas por las cuestiones y los ponentes comentaron los aspectos que consideraron más importantes.
En la parte final de la tarde del sábado se tuvo una hora de adoración eucarística, que había sido preparada por el P. Samuel Sueiro, cmf. En ella, combinando canto, silencio y súplica, escuchamos un testimonio de sor Dulce María Rial, esse, sobre su vivencia eucarística, jalonada por varias palabras, desde presencia hasta entrega. El Encuentro se cerró con la celebración de la eucaristía dominical, con la razón añadida de haber sido esta el motivo que nos congregó. La presidió Pablo Largo, cmf.