2020. Un año que quisiéramos borrar del calendario. Todo ha cambiado desde que la pandemia del covid-19 irrumpió en nuestra vida cotidiana, destruyendo la hoy anhelada normalidad. Sabemos bien que estas palabras no son huecas. Cada comunidad ha sufrido en carne propia las consecuencias de la nueva anormalidad, así como sus secuelas sobre las personas a quienes servimos, o los amigos y colaboradores con los que compartimos vida y misión. Ha sido un duro tiempo de prueba: de despedidas incompletas e incertidumbres prolongadas; de llanto, impotencia, dolor y tristeza; de crisis económica y social. Un triste período que deja heridas en el alma y siembra de dudas el futuro. Al final de este año oscuro, necesitamos un poco de luz: nos conviene abrir una puerta a la esperanza. ¿Por qué no hacerlo acercándonos a la experiencia de algunas figuras de la Sagrada Escritura, que como nosotros sufrieron y buscaron un sentido a su dolor? En este curso, de carácter espiritual, proponemos un acercamiento a cuatro personajes bíblicos, cuyas vidas se vieron marcadas por la dificultad y la desgracia. Ninguno de ellos quería ni buscaba el sufrimiento, pero todos lo vivieron y afrontaron desde la fe y la confianza en Dios. Enmarcamos su vivencia en el camino que Jesús, en su Pascua, nos enseñó a transitar; una senda que, sin lugar a duda, nos ayudará a afrontar con ojos nuevos el 2021.