Bajo el título «Libremente religiosos, religiosamente libres» este pasado fin de semana, primero de marzo, ha tenido lugar en Madrid el vigesimosegundo encuentro de juniores organizado por Escuela Regina Apostolorum (ERA), y que ha convocado a más de ciento veinticinco religiosos, entre formadores y consagrados en su formación inicial. Un sugerente título que modeló unas jornadas donde los protagonistas fueron los mismos asistentes, pues a ellos se les confrontó con un interrogante que tuvo como centro la libertad en la vida consagrada bajo una mirada apasionada a nuestro mundo, muy pegada al contexto actual que vivimos. “Un interrogante que nos formulamos a través de temas que nos interesan, cuestiones que nos afectan y realidades que nos conmueven”, explicó el misionero Juan Lozano, conductor de este encuentro junto a Jorge Ruiz Aragoneses. Ambos religiosos claretianos, dedicados respectivamente a la animación parroquial y pastoral de la provincia de Santiago, desplegaron un ambiente que favoreció la libertad de expresión y la reflexión crítica del nutrido grupo de religiosos inscritos a este encuentro.
El encuentro comenzó con una pregunta directa que a la postre funcionó como telón de fondo: “¿Hacemos valer nuestra consagración como excusa para evadirnos de compromisos y decisiones, o estamos aquí para entregar la vida como Jesucristo, el hombre realmente libre?”, comenzó el viernes el P. Ruiz. Así, los asistentes, procurando responder a este interrogante, reflexionaron en espíritu sinodal y participativo en torno a cuatro objetivos.
El primero consistió en un ejercicio de introspección, mirando con detenimiento las propias ansias de libertad desde el ser consagrados. El segundo objetivo recayó en la preocupación en el modo de crecer en libertad. “¿Cómo vivir una consagración libre sin entrar en relación con la dependencia y la toxicidad?”, cuestionó El P. Lozano. La propuesta del tercer objetivo tuvo como raíz la necesidad de compartir la vivencia personal de la libertad, en dinámicas de pequeños grupos y puestas en común. Finalmente, el cuarto objetivo pivotó en torno a la centralidad del amor primero, aquel que nos mueve a reilusionarnos. Para ello, el P. Lozano desgranó las implicaciones que desde la consagración se derivan al concepto bíblico del ‘resto del pueblo de Israel’, “un pequeño grupo que mantendrá firme y vigente la alianza y permanecerá firme en la comunión con Dios”.
La metodología del encuentro combinó exposiciones breves, ágiles y visuales con un profundo trabajo de reflexión y puesta en común de las conclusiones previamente trabajadas por grupos. También se abrieron espacios de silencio y oración personal y comunitaria, como una cuidada Adoración Eucarística, el rezo de la Liturgia de las Horas y la Eucaristía, presidida por el P. Ruiz Aragoneses.