Después de una mañana muy enriquecedora, y tras la celebración de la eucaristía presidida por Mons. Vicente Jiménez, la tarde comenzó hablando de plenitud. Un camino, el de plenitud, que giró en torno a la oración y a la esperanza deseada, y que vino de la mano de una gran conocedora de santa Teresa de Jesús, la Dr.ª Teresa Gil Muñoz, stj y profesora de la Universidad de la Mística (Ávila).
“La realidad es que se ora menos”, constató la religiosa al inicio de su conferencia. Y es que en este tiempo, quizá desde mediados del siglo XX, “se impone la prioridad de que con el prójimo, basta. De tal modo que nos entregamos a la vida hacia fuera y olvidamos la vida hacia dentro”, lamentó la religiosa de Santa Teresa de Jesús.
“También pienso que a esta generación le ocurre que pone en duda, con frecuencia, que la oración sea un espacio privilegiado del encuentro con Dios”, abundó señalando una crisis basada en la falta de fe. De tal modo, “el espacio personal queda oculto o disminuido”
“Tiempos recios para el orante serán siempre tiempos recios para la esperanza, la justicia y el prójimo”.
Testigos de esperanza
Con todo, “Dios no va a dejar nunca que falten las personas íntimamente unidas a Él en la oración”, añadió y “hay y ha habido recientemente figuras que han mantenido una estrecha relación con Dios”, introdujo la profesora rescatando a cuatro personas que como referentes serán capaces, sin duda, de avivar el deseo y la experiencia orante.
El primer nombre que resonó en el auditorio fue el de Carlos de Foucauld, imagen del creyente que comprende su vida como totalmente orientada a Dios, “donde la oración es el medio”. La segunda figura traída por la experta teresiana fue la de Etty Hillesum, “quien nos puede ayudar a comprender el ensimismamiento de la vida religiosa, es decir, esa acción positiva de adentrarse en uno mismo para hospedar lo mejor posible a Dios, confiándole un lugar cada vez más espacioso”. En tercer lugar, Madelaine Delbrêl, y finalmente Roger de Taizé “que nos muestra que una vida religiosa quebrada puede ser reconstruida por Dios a través de la oración”.
Alcanzar lo que esperado
“Quiero insistir en la experiencia de la oración como aquello que da sustento al alma, es decir, aquello que nos habla de esperanza”, proseguí la religiosa. “La oración se debe convertir en esa línea que traspasa la frontera existente entre este mundo que tenemos y aquel que esperamos”.
Las seis razones
Para finalizar, a modo de titulares, Gil Muñoz expuso las seis razones por las que el itinerario orante se ha de convertir en camino de esperanza para los que quieren ser siervos del amor.
1.- El espacio de la oración despierta el deseo
2.- Es escuela de escucha (de la vida)
3.- Oración nos ayuda a permanecer cuando se nos aparece la frustración
4.- Nos habilita para derribar fronteras
5.- Unifica el corazón en el amor cuando no se puede comprender con la lógica
6.- sustento que me sustenta para servir
«Caminos de esperanza»
Bajo el interrogante evangélico ‘Señor, ¿qué puedo hacer por ti hoy?’, comenzó presentando el periodista de la cadena COPE, Faustino Catalina a los que junto a él se sentaron en torno a la mesa redonda que aconteció en la tarde de hoy. Ellos eran P. Jaume Calvera Pi, mccj; Hna. Matilde Moreno, rscj, Hna. Mariña Ríos, odn y el sacerdote Vicente Martín, delegado episcopal de Cáritas Española. Cuatro invitados que hablaron de los caminos de esperanza desde su vivencia en situaciones difíciles, personas que han dejado a un lado el temor a las heridas, ese que nos aísla y nos hace indiferentes ante las necesidades de los demás.
“No dejan de preguntarme por la razón que me ha llevado a estar en lugares de violencia y falta de estructuras básicas”, comenzó diciendo Matilde Moreno. “Y para mí la respuesta es sencilla: lo hago porque allí está Jesucristo”, aseveró la religiosa del Sagrado Corazón de Jesús. “Además, junto a ellos no he dejado de interpelarme por la realidad de la vida”, completó.
Seguidamente tomó la palabra Jaume Calvera para abordar el desafío de la interculturalidad. “La interculturalidad es la libertad interior que me facilita el encuentro con el diferente, con lo diferente. Es de alguna manera la puesta en práctica de una Iglesia en salida; una Iglesia como la de los Hechos de los Apóstoles”. “El desafío más grande que la interculturalidad nos plantea en la Vida Consagrada hoy, -advirtió el religioso comboniano del Corazón de Jesús- está en la Formación, pues por definición la interculturalidad es un proceso que debe ir acompañado de un método adecuado con el fin de hacer nacer una relación armoniosa entre conocimientos, actitudes, aptitudes y comportamientos”.
Mariña Ríos, por su parte, abordó el tema de la disminución de efectivos en nuestras instituciones. La expresidenta de la conferencia española de religiosos (CONFER) se cuestionó si lo que estamos viviendo es un tiempo fuera de gracia, “un tiempo no habitado por Dios”. Por tanto, la pregunta directa se basa en la confianza “¿En quién basamos nuestra esperanza?”, cuestionó. Sin embargo, “el encuentro con el Resucitado abre un futuro nuevo para una comunidad necesitada: Él es el camino”. “Y esto nos lleva a lo fundamental de nuestra experiencia, a vivir anclados en nuestra única certeza”, finalizó.
Para concluir, y antes de dar paso al concierto de Maite López, muy esperado por los participantes, el sacerdote extremeño Vicente Martín recordó la urgente necesidad de ser “constructores de espacios de esperanza en medio de un mundo herido”. “La esperanza se encarna y construye alternativas”, sentenció.