“¿Fue la castidad de Jesús una dificultad para llevar a cabo su misión?”, formuló Lino Emilio Díaz, la persona encargada de presentar la primera ponencia de la tarde, que corrió a cargo de María del Carmen Soto Valera, religiosa perteneciente a la Congregación de las Siervas de San José. Y es que las palabras de la experta en Sagrada Escritura, -es Doctora en Teología en la especialidad de Sagrada Escritura por la Universidad Pontificia Comillas- giraron en torno a la opción célibe de Jesús de Nazaret. “No me es sencillo reflexionar sobre esta cuestión”, advirtió Soto desde un primer momento. “Y no es fácil porque el celibato de Jesús nos sitúa ante su humanidad, su misión y las consecuencias que tuvo en las relaciones con los demás”.
Pero ¿qué sabemos históricamente del celibato de Jesús?, ¿Cómo se entendió su opción? ¿Y qué horizontes nos abre su opción para nuestro hoy? “El sistema social en el que construyeron sus vidas los habitantes de Palestina se articulaba en torno al honor”, arrancó la religiosa gallega afincada en Salamanca. “Y quien se desviaba del camino, era castigado con la deshonra”, continuaba. Es más, “los varones estaban llamados a mantener autodominio, pues en caso contrario eran considerados como si fueran mujeres”, razonaba remitiendo al Libro de la Sabiduría.
“Un aspecto de control que debía de mostrarse en público era dominar sus sentimientos. El varón, por ejemplo, debía de soportar el dolor sin gritos y enfrentarse a la muerte por causa noble”. Y además, “el control de la vida sexual era muy importante, pues consideraban que la continencia era un modo de mantener la salud y el vigor necesario”.
Por otra parte, “el judaísmo añade a estas máximas -que comparte- el fundamento religioso”. Y añade el estudio de la ley “y la insistencia en mantener muy diferenciado los espacios de los varones y de las mujeres”, proseguía explicando que la religión para el pueblo judío era un ámbito propiamente masculino. De ahí que “un varón judío que quería resultar honorable no podía ser visto con impuros, porque el acceso a Dios pasaba por las leyes de pureza”.
Opción célibe de Jesús
“Había quienes optaban por el celibato, -argumentaba la profesora-, por ejemplo, Juan el bautista”. Pero en el caso de Jesús, “no fue célibe por visibilizar la continencia sino por la urgencia que le exhortaba al anuncio de Dios”. “Lo hizo por mostrarnos cómo es Dios, y cómo relacionarnos a partir de ahora con Dios”. Para ello Jesús enseñaba cómo era el Reino de Dios, “un lugar donde resignificar todas las cosas”. “Jesús reconfigura su forma de ser varón por el Reino de Dios”. Y es que allí “habrá espacios diferentes a los que aquí concebimos, y también relaciones diferentes”.
Así, Jesús promovía “un nuevo espacio para cuestionar el ordenamiento de la vida y promover un reordenamiento de los afectos”. Esto se hace patente en el Sermón del Monte, “cuando enumerando las bienaventuranzas concibe un lugar donde existe un nuevo concepto de honor, y donde también se esconden las razones de sus opciones”. Es decir, Jesús pide un mundo “donde las relaciones sean justas y todas las personas puedan tener acceso al sueño de Dios”.
“En su opción célibe, Jesús fue llevado a la marginalidad”. Y aunque era una marginalidad elegida, que además se convirtió en creativa, anunció una comunidad alternativa, “que es la que pertenece al Reino de Dios”.
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Hoy viernes 25 de abril concluye la 54º Semana Nacional para Institutos de Vida Religiosa con un concierto de Ain Karem. La grabación de la conferencia de S.E.R. Card. Ángel Fernández Artime estará disponible en el canal de YouTube del ITVR en los próximos días