Los responsables del servicio a la vida consagrada de los Misioneros Claretianos de Santiago -el ITVR y la ERA, Publicaciones Claretianas y la revista Vida Religiosa- organizaron un foro-coloquio, el pasado sábado 11 de enero, con el fin de mejorar la calidad de su aportación, buscando una respuesta más adecuada a la realidad de las personas consagradas hoy. El encuentro tuvo lugar en el edificio Sede Sapientae de la Conferencia Episcopal Española. Una iniciativa que, en sintonía con las orientaciones del magisterio de la Iglesia, se situó tanto en el campo de la reflexión constructiva como en el amplio horizonte de la misión eclesial, que forma parte de la Missio Dei.
En la introducción a la jornada, el director del ITVR, Antonio Bellella, afirmaba lo siguiente: “Cuanto más nos acerquemos a la vida consagrada a través de su historia y creatividad misionera, a través de lo que el Espíritu ha hecho y hace en cada una de las personas consagradas, entendidas como sujetos corresponsables en el campo de la misión, mejor enfocaremos nuestros problemas y con mayor acierto lograremos generar proyectos ilusionantes al servicio de los hermanos”.
El nutrido grupo de participantes, entre los que había pastores, la directiva de CONFER, miembros del profesorado del ITVR, consagradas y consagrados de las distintas formas de vida y laicos, siguió una metodología conversacional. El primer diálogo puso sobre el tapete las necesidades presentes en el complejo ámbito de la vida consagrada española y europea. Por la tarde, se centró la atención en la adecuada respuesta a tales necesidades, desembocando finalmente en las acciones y orientaciones oportunas para salir al paso de las urgencias identificadas. En conjunto, fue un día de intenso y fecundo trabajo que ratificó la importancia de dialogar, de ser co-creativos fomentando el trabajo en red.
Se trató, por tanto, de una jornada dedicada a la reflexión constructiva que, inspirándose en la propuesta metodológica de la transdisciplinariedad, insistió no solo en analizar y exponer de manera yuxtapuesta los diversos aspectos en discusión, sino en relacionarlos entre sí. Por ello, se subrayó la importancia de considerar que “los problemas del tiempo presente no solo exigen nuevos análisis y nuevas síntesis, sino también otros métodos de abordarlos, voluntad de transformación y creatividad”. A todos los asistentes se les invitaba mayormente a “buscar esos resortes que logren activarnos motivacionalmente y se conviertan en la levadura de un proceso capaz de rehacer nuestras instituciones”.
La jornada se desarrolló siguiendo el método empleado en el último Sínodo y en buen número de capítulos generales celebrados en la última década, o sea, combinando adecuadamente los tiempos de silencio y trabajo personal, con otros de diálogo mayéutico y reflexión conjunta.