¿Cómo habla la vida consagrada de lo suyo? ¿Qué dice de sí misma al respecto? ¿Cómo comunica su mensaje? La necesidad de reflexionar sobre estos interrogantes es un tema que en los últimos años preocupa a la Iglesia, y particularmente a la vida religiosa. Por ello, nuestro Instituto se propuso abordarlo en la tarde de ayer, ofreciendo un espacio que nos situó ante esta encrucijada, procurando dar respuesta a las preguntas que el tema de la comunicación nos plantea, y que tanto tiene que ver con nuestra relevancia.
Para ello nos acompañó el profesor Javier Valiente, director de comunicación de los salesianos en España y subdirector del programa semanal de RTVE ‘El Día del Señor’, que ofreció una conferencia fresca y actual, tanto en su fondo como en la forma. Así, el religioso comenzaba invitando a perder el miedo, persuadiéndonos de la necesidad de tomar las riendas. “En nuestras sociedades, queramos o no, ya estamos comunicando”, explicó al inicio. “Todo comunica y todos comunicamos. Incluso nuestra misión pasa por la comunicación”, agregó.
De la mano de su amplia experiencia como docente y profesional de la información, y también como religioso a cargo de las estrategias de prensa institucional en su congregación, Valiente fue desgranando una de las cuestiones de mayor actualidad en la vida consagrada de nuestro tiempo. “El modo de comunicarnos está cambiando, sobre todo a raíz de los avances tecnológicos, y nosotros, que aún seguimos acostumbrados a un discurso largo, hemos de ‘cambiar el chip’ y comenzar a valorar que hoy en día llega más lejos una frase corta o una imagen certera”. “Cuidar la comunicación no es una opción”, recalcaba.
Nuestra cultura se desarrolla en el mundo digital
Seguidamente, el experto pasó a reflexionar en torno a las nuevas posibilidades comunicativas que nos ofrece internet y las redes sociales. “En el planeta digital es importante subrayar nuestra identidad. Y en nuestro caso, la identidad se corresponde con el carisma, que es el paraguas que unifica todo lo que podemos decir de nosotros mismos”. “El carisma señala el foco donde ponemos la comunicación, y explica el por qué y el cómo actuamos”, remachó.
Para Valiente, “en los tiempos que nos ha tocado vivir es necesario profesionalizar la comunicación”, añadía refiriéndose así a la contratación de periodistas que gestionen y potencien nuestro mensaje al mundo. “Hemos de vernos desde su punto de vista”, completó. Además, “la comunicación también es estrategia de gobierno de una provincia o de una congregación entera”, pues “es necesario que los hermanos vivan y conozcan lo que sucede. Saber compartir la comunicación es saber liderar”.
Más que online, onlife
Por último, el profesor abordó la función pastoral que impregna la comunicación digital de cada instituto religioso: “También somos misioneros en el mundo digital”, explicaba. “Evangelizamos todos los días, y en toda circunstancia. Y evangelizar en internet no es subir fotografías de atardeceres acompañadas de una frase del Evangelio”.
Es más, para Valiente, “el entorno digital propicia el testimonio”, eso sí, “siempre que nuestra presencia esté puesta al servicio del encuentro, de la misericordia, de la esperanza y de la verdad”, que es precisamente todo aquello de lo que adolecen las redes sociales, “espacios donde no hay mucho respeto ni diálogo”.
Para concluir, el religioso salesiano se permitió ofrecer dos consejos más. El primero, “incluir la comunicación en la formación, tanto inicial como permanente”, pues el formando precisa técnicas y estrategias para entender esta cultura. “Del mismo modo, el formador debe saber acompañar a los jóvenes, quienes en muchas ocasiones son ya nativos digitales”
Así también, el conferenciante reclamó una nueva ascesis y una mística. “Hemos de crear un uso ético y responsable de las redes sociales y nuestro modo de estar presente en ellas”, sin perder nunca de vista el ‘para qué’, pues a ojos del experto “estamos en el continente digital respondiendo a nuestra vocación”, concluyó.