Pese a las dificultades devenidas de la crisis del coronavirus, esta año también ha tenido lugar el conocido Encuentro de Preparación para la Profesión Perpetua organizado por la Escuela Regina Apostolorum (ERA) de Madrid, que dio comienzo el pasado día 1 de julio y finalizó el 8 de este mismo mes.
Esta presente edición, por razones que se pueden comprender en esta situación de pandemia, no ha podido ser celebrada en el Seminario Claretiano de Colmenar Viejo. El lugar finalmente escogido ha resultado ser la Casa de Espiritualidad del Instituto Catequistas Dolores Sopeña, en El Espinar (Segovia), donde dieciséis jóvenes religiosos y religiosas, procedentes de unos diez países diferentes y pertenecientes a distintas congregaciones religiosas están teniendo oportunidad de hacer una relectura de la propia historia de consagración vivida a lo largo del juniorado, repasando los distintos núcleos de la vida consagrada y afianzando la decisión definitiva.
En vísperas de la profesión perpetua, este intenso curso preparatorio es un momento privilegiado en el que los participantes tienen ocasión de trabajar los núcleos esenciales de la vida religiosa: vocación, consagración, votos, comunidad y misión. Todo ello, en un cuidado clima participativo que combina distintas charlas, trabajo personal y puesta en común, dando espacios durante cada uno de los días a tiempos de oración personal y comunitaria.
Tal y como viene siendo habitual en estos últimos años, detrás de la organización de estas jornadas se encuentra el director de la Escuela, el misionero Pablo Largo, que en esta ocasión ha contado con un equipo formado por tres experimentados profesores: los PP. Luis Manuel Suárez y Fermín Rodríguez, misioneros claretianos, y la Hna. Fabiola del Carmen Mora, de la Fraternidad Mater Misericordiae.
El encuentro de preparación para la Profesión Perpetua es un curso específico que lleva teniendo lugar desde hace más de treinta años y que las congregaciones religiosas programan y valoran. Este año, los organizadores, así como los participantes están evaluado el encuentro como muy positivo, oportuno y cargado de profundidad.