El claretiano Juan María Canals, fallecido el pasado 24 de agosto, fue sin duda una de las figuras más destacadas en España, en el campo de la renovación litúrgica puesta en marcha por el Concilio Vaticano II. Sin lugar a dudas, él ha sido para la Vida Consagrada la persona de referencia, tanto en la formación de carácter litúrgico como en la nueva edición de un número significativo de misales y leccionarios, propios de las congregaciones religiosas.
Como se subraya en este «In memoriam» de la revista Phase (ver pdf), la labor del profesor Canals no solo se ha centrado en la Vida Consagrada. Durante décadas, tanto la Congregacion del Culto divino, de la que fue oficial, como la Conferencia Episcopal Española, donde ostentó el cargo de Secretario Nacional de Liturgia, también se beneficiaron de su sabiduría y buen hacer.
El ITVR- y la ERA tuvieron la suerte de poder contar con su valiosa y desinteresada dedicación desde su fundación, hace más de 50 años. Ante todo, como profesor hasta bien entrado el siglo XXI, y también en calidad de secretario académico durante largos años. Sirva la publicación de este artículo como un pequeño homenaje y un sentido gracias a Dios por la vida de un misionero claretiano que, al servicio de Dios y de su Pueblo Santo, vivió lo que celebraba y celebró lo que vivía.