“Durante este año, todo lo que este Instituto Teológico vaya proponiendo tendrá la pretensión de expresar los anhelos de novedad que laten en la vida consagrada de hoy”, adelantaba esta tarde el P. Antonio Bellella Cardiel, director de esta institución, en la puesta en marcha, un año más, del Ciclo de Conferencias «Los jueves del ITVR». De tal modo, en un discurso institucional que fue leído por la Profª Laura Zamora, fmvd, secretaria académica, el P. Bellella advirtió que “a pesar de la dureza de los tiempos, de los problemas acumulados y del evidente declive hacia la rutina descorazonadora que en estas latitudes experimentamos cotidianamente”, nuestro centro especializado de enseñanza seguirá profundizando en aquellos temas que ocupan y preocupan a la vida consagrada. Así, las sesiones de conferencias que hoy inauguramos y que tendrán cadencia semanal durante los jueves del otoño, se articula en torno al sugerente título «Dinamismos inspiradores de ayer y hoy: Ascesis-Evangelio-Evangelización-Testimonio», centrándose en cuatro aspectos clave que, históricamente, han marcado la trayectoria de la vida consagrada y que necesitan ser repensados con la sensibilidad actual.
“Ahora bien, hablar de novedad no significa olvidarse de la memoria”, hacía notar el P. Bellella. “Nuestra manera de aproximarnos a la novedad parte de la voluntad de convertirnos en discípulos de la realidad en la que vivimos y desempeñamos nuestra misión”. O, dicho de otra manera, “seamos discípulos, transformando nuestra herencia en un dinamismo que logre no solo percibir la energía encerrada en la experiencia, sino reconducirla y canalizarla hacia la novedad que pretende construir”. Por ello “si consideramos despacio los cuatro dinamismos propuestos —ascesis, evangelio, evangelización, testimonio—, estamos ante realidades que constituyen el humus de la experiencia hecha sabiduría de siglos”, proseguía el religioso claretiano, recordando a renglón seguido que “nuestra experiencia sigue interpelándonos necesariamente a la hora de redactar nuestros actuales proyectos de vida”.
Desglosando más pormenorizadamente el programa de estos próximos jueves, el director de esta casa continuaba su presentación. “A cada dinamismo le dedicaremos dos conferencias hasta completar las ocho previstas”, adelantó. El primer bloque se encierra bajo el término ascesis, “que fue uno de los motores que puso en marcha nuestra forma de vida en la Iglesia”. “Nuestra época reclama que, en el modo de relacionarse con el medio ambiente y toda la realidad, el derroche deje de ser el criterio implícito de actuación”, razonó. El paraguas que engloba el segundo bloque se resume en el Evangelio, pues a juicio del P. Bellella, “¿Sería legítimo o viable entre nosotros un tipo novedad que no se inspirara en la lógica del Evangelio?”. Seguidamente, el tercer bloque, armado en torno a la acción de evangelizar, “reclama pensamiento, empeño, estrategia y toma de decisiones”. “¿De qué se habla en nuestros consejos y reuniones, si no de cómo servir a lo que constituye la tarea primordial de la Iglesia, esto es, el evangelizar?”, formulaba el religioso. Finalmente, el cuarto dinamismo o tiempo del motor es el que se expresa globalmente en la categoría testimonio. “Y entenderemos por testimonio aquella definición que nos regaló el profesor Baró en la primera conferencia del pasado curso, es decir, la acción de irradiar, despojando la actuación del imperativo invasivo de la eficacia y la premura, tan extendido en otras épocas”, concluyó.
Seguidamente, el Prof. Jaime Tatay, religioso jesuita, comenzó su conferencia enmarcándola bajo los conceptos de sostenibilidad y ascesis. En su ponencia, el experto, docente en la Universidad Pontificia Comillas donde imparte cursos sobre ética y teología, aportó el contexto en el que se enmarca el voto de pobreza de la vida religiosa vinculándolo con el abuso de la creación. “Y es que la gravedad de la crisis ecológica requiere ascesis, en cuanto a lo que ésta tiene que ver con escucha atenta que posibilita el diálogo, pues el problema ambiental no solo se solucionará con medidas técnicas”, subrayó el experto. “En este sentido la ascesis es profetismo”.
“Hay una relación fundamental que quizá se nos ha olvidado estos últimos años, y es la que el hombre establece con la creación”, llamó la atención el religioso. Y entrando en la última parte de su charla abordó la ascesis cristiana como fuente donde acudir para entender el debate de la sostenibilidad. “Lo resumiré en siete ‘erres’”, avanzó Tatay. “La primera erre es la de renuncia, pues nos enseña que ésta puede otorgar sentido a la vida, y esto es lo interesante también para la creación”. La segunda erre “será la de reducir”, enunció el profesor. “Que no solo es gastar menos para economizar, es reducir para vivir mejor”. El tercer verbo es reutilizar, “que nos evita la ansiedad de tener que hacerse con más cosas, y no es solo actitud espiritual, es un modo nuevo de relacionarse con las cosas”. El cuarto verbo es reciclar, “que es el más conocido”, aseguró. “Pero reciclar tiene un sentido espiritual y me refiero al parecido con redescubrir, y en este redescubrir la vida religiosa tiene mucho que decir”. Seguidamente, “reordenar, que es una contribución importante porque nos da la lucidez para salir del desorden que siempre nos llevará al despilfarro y al abuso”. Continuó Tatay con la erre de la palabra reinventar. “La vida religiosa ha sido enormemente creativa, fruto de la capacidad de contemplar la realidad y descubrir en ella nuevas posibilidades; una actitud que para la crisis ambiental es utilísima”. Finalmente, el último verbo: restaurar. “Que es la misión de reconciliación a la que está llamada la vida religiosa, y que tanta sabiduría alberga tras el paso de tantos años”, finalizó.