Este último día de la 47ª Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada nos ha traído al Arzobispo José Rodríguez Carballo, secretario de la CIVCSVA. En su conferencia empezó por presentar los principales rasgos de la generación “selfie”, la primera generación nativa digital, destacando el narcisismo, la ausencia de raíces, el consumismo y la pérdida del sentido del misterio.
Nos advirtió que los jóvenes se están alejando de la religión, tal vez porque nuestro lenguaje pastoral es desencarnado, moralista y condenatorio. En el planteamiento vocacional el joven quiere ver todo claro antes de decidir, por lo que al final termina posponiendo indefinidamente su decisión. Así que se hace necesario crear una cultura vocacional, que es lo que está faltando. Sobre la vida consagrada, ha puesto de relieve el gran desconocimiento que los jóvenes tienen de nosotros. A lo mejor nos pueden conocer por lo que hacemos, pero son incapaces de intuir la razón última de todo eso que da sentido a nuestro quehacer.
Sin embargo, hay motivos para la esperanza, porque se puede descubrir generosidad y entrega en la juventud. Además, hay jóvenes que buscan sentido para su vida y tienen amor a Jesús. Nuestra misión entre ellos es ayudarles a poner en orden su vida. De hecho, los jóvenes esperan de nosotros que estemos despiertos para despertar, pero no podemos seguir con los lenguajes abstractos y crípticos que solo entienden los expertos. Nos piden que aprendamos a comunicar y sepamos presentar las exigencias de la vida consagrada de modo positivo.
Generar una cultura vocacional comporta valorar la vocación como algo importante, sentando bien las bases en sus tres componentes: la mentalidad, la sensibilidad y la praxis. Sin un diálogo entre estos tres elementos no hay cultura vocacional, pero no podemos olvidar que toda comunidad tiene que considerarse responsable por crear esta cultura vocacional.
El Prof. Carlos Martínez Oliveras, director del ITVR, presentó las conclusiones de la semana, haciendo un breve recorrido por todo lo que hemos vivido estos días y agradeció a todos los distintos intervinientes.
Nuestro encuentro ha terminado con la Eucaristía de clausura, presidida por Mons. José Rodríguez Carballo. En su homilía, pidió a todos nosotros que seamos testigos de la Pascua, viviendo de manera entusiasta los valores de la paz, misión y alegría.