La convocatoria de la «2ª Jornada de Estudio sobre el Abuso de poder y de conciencia» surgió de una inquietud expresada por un buen grupo de superiores y por un número significativo de directores espirituales. Todos se mostraban convencidos de la importancia de la verbalización de la existencia del abuso de poder y de conciencia, e insistían en la necesidad de prevenirlo, combatirlo y frenarlo. Estaban perplejos y su perplejidad se plasmaba en interrogantes como los siguientes: ¿qué ocurriría en la vida consagrada si cualquier palabra, propuesta, decisión polémica o corrección, venidas de un superior, fueran susceptibles de ser consideradas un abuso de poder? ¿Sería posible avanzar en la vida espiritual cuando, sobre la persona que acompaña un proceso personal, pende la callada sospecha de que sus recomendaciones son asimilables por sí mismas a un abuso de conciencia?
Quienes planteaban estos interrogantes no ponían en duda que la publicidad de ciertos casos significativos, unida al aumento de los estudios sobre el fenómeno, había contribuido a percibir el alcance de esta lacra eclesial y a detenerla; pero también sugerían indirectamente que la obediencia religiosa y la dirección espiritual fueran consideradas víctimas colaterales y secundarias del proceder de los abusadores.
Estrictamente hablando este no es un libro más sobre el tema de los abusos, centrado en su carácter y sus manifestaciones, sino una obra de teología; un estudio que ofrece una propuesta de reflexión e invita a continuar profundizando sobre dos aspectos claves de la vida consgrada: la obediencia religiosa y la dirección espiritual.
Recoge las dos conferencias-coloquios organizadas por el Instituto Teológico de Vida Religiosa de Madrid, en el marco de la «2ª Jornada de Estudio sobre Abuso de poder y de conciencia». La primera sesión estuvo a cargo de la profesora Drª. Nurya Martínez-Gayol y la segunda conferencia fue pronunciada por el profesor Dr. Antonio Carrón de la Torre.