“La misma tradición ha puesto también de relieve en la vida consagrada la dimensión de una peculiar alianza con Dios”. (VC 93)
“¿Por qué he de preocuparme? No es asunto mío pensar en mí. Asunto mío es pensar en Dios. Es cosa de Dios pensar en mí”. (Simone Weil)
“… la primacía de Dios es plenitud de sentido y de alegría para la existencia humana, porque el hombre ha sido hecho para Dios y su corazón estará inquieto hasta que no descanse en Él”. (VC 27)
“Sois por vocación buscadores de Dios. Buscáis lo definitivo, buscáis a Dios.” (Benedicto XVI)