Bienaventurados los misericordiosos: relectura de los consejos evangélicos
Tras haber comenzado la jornada con la oración, se reanudaron en al aula Ángel Herrera las conferencias correspondientes a la 45ª Semana Nacional. En esta mañana del viernes se encontraba presente monseñor Vicente Jiménez Zamora, arzobispo de Zaragoza y presidente de la Comisión Episcopal para la vida consagrada, que dirigió un cálido saludo a todos los presentes en al auditorio con una breve reflexión. También se hallaba presente la hermana María Jesús Carro, provincial de las Dominicas.
La primera conferencia corrió a cargo del P. Jean Claude Lavigne, dominico francés profesor de la Université Dominicaine Internationale. Éste fue presentado por el P. Samuel Sueiro, quien delineó brevemente su biografía, obra y misión. Tras escuchar su dilata trayectoria, el teólogo francés inició su ponencia centrada en una relectura de los consejos evangélicos desde la Bienaventuranza de los misericordiosos. Enfocó el planteamiento de su exposición desde la categoría de la Alianza. La Misericordia es el núcleo transversal que caracteriza la profesión de los votos como pacto de Alianza. Según el P. Lavigne, los votos configuran un circuito ininterrumpido que recuerdan el compromiso que un día fue adquirido, un compromiso de amor y ternura. Este amor ha de transmitirse a los anawin, es decir a los pobres. Los votos son un una fuerza que empuja al consagrado a hacer presente la Misericordia de Dios, entre aquellos a los que nadie quiere, los marginados, las víctimas inocentes, los que sufren, y excluidos. Los votos constituyen asumir el estilo de vida del Jesús que acogió a los leprosos, los pobres, los enfermos y pecadores, con la ternura del Reino de Dios. Por otro lado, recordó la dimensión corporal de los votos, destacando que es por medio del cuerpo la forma de expresión de la riqueza del estilo de vida que Jesús asumió en castidad, pobreza y obediencia. Acto seguido dio las gracias por poder vivir esta realidad en la comunidad, porque de este modo, se enriquece el misterio de Jesús en cada uno de los hermanos y hermanas, constituyendo en sí un signo de gozo pascual. Después puso de relieve la necesidad de trabajar y erradicar aquellas actitudes que frenan la belleza que desprenden los consejos evangélicos. La vida consagrada toma parte de una forma de vida, que conjuntamente con otras, manifiesta la Misericordia de Dios. Una vez finalizada la conferencia se abrió un espacio de diálogo y de preguntas.
El Señor es compasivo y misericordioso. El Dios sorprendente en la Biblia
Un poco antes de las doce de la mañana, y tras un descanso de media hora, se reanudaron las conferencias. Tomó la palabra el P. Emeterio Chaparro que tuvo el encargo de presentar al P. Ricardo Volo, misionero claretiano y profesor del ITVC de Roma, responsable de la conferencia que lleva el título de El Señor es compasivo y misericordioso. El Dios sorprendente en la Biblia. Al finalizar la presentación el P. Volo inició su exposición.
Empezó su ponencia describiendo el recorrido va iba a tener la misma. Por tanto se dispuso a esbozar cómo el concepto de Misericordia se desarrolla en la Biblia, especialmente en el Antiguo Testamento. Para ello fue descubriendo una selección de algunos pasajes de la Escritura que han enfocado la Misericordia de Dios con el hombre. En primer lugar se detuvo en el gesto de Dios de vestir al desnudo en el libro del Génesis 3,21 como un acto de todo un Dios que se apiada del hombre pecador. Afirmó el P. Volo que pretende compartir la única visión de la Misericordia de Dios desde dos perspectivas. La primera visión se centró en el pasaje de Jeremías 4,19-20.23-28 en el que se pone de manifiesto una situación de caos, destrucción y catástrofe provocada por la invasión de Babilonia y que a su vez viene precedida por la instalación en el corazón del hombre del mal. La segunda visión se centró en el texto de Lamentaciones 2,11-12.21-22. En esta perspectiva se centra la mirada en el clamor de las víctimas que sufren inocentemente el azote de las guerras, los abusos y la violencia, tanto en el contexto bíblico como en el actual. Estas situaciones dramáticas generan impotencia y bloqueo en el ser humano. A este respecto, el ponente afirmó que Dios es sorprendente porque él mira el mundo con ojos de compasión y con deseo de restaurar y dar vida al hombre.
En un segundo momento, empezó a desentrañar cuál es la imagen del Dios misericordioso desde tres alegorías. La primera alegoría, que es del profeta Jeremías, alude a Dios como aquel que tiene entrañas maternas, que tiene una compasión sin límites. La segunda alegoría, también de Jeremías, se presenta con la imagen de un Dios que le da a su pueblo un nuevo corazón, explicando que Dios es capaz de renovar al hombre. Y la tercera alegoría hizo alusión a la imagen del Pastor que aparece en el profeta Ezequiel. Esta imagen recuerda que Dios es quien cuida a su pueblo con el cariño y delicadeza de un pastor que conoce a sus ovejas. Y a modo de conclusión, puso de manifiesto el gesto que aparece en el evangelio de Juan 13,1-20, es decir, el lavatorio de los pies que realiza Jesús como el mayor signo de Misericordia de Dios con los hombres: todo un Dios se hace hombre para lavar los pies, un gesto que significa la más sublime acción de entrega a la humanidad, el amor más grande que el hombre ha podido recibir de Dios. Jesús es la exégesis viva y culminante del rostro del Dios misericordioso de toda la Sagrada Escritura.
Jesús, encarnación de la misericordia y modelo de consagración
Con alegría y entusiasmo, se retomaron a las 17.00 horas, las conferencias en la tarde del viernes. Antes de comenzar los participantes tuvieron una oración mariana. La primera ponencia de la tarde fue llevada a cabo por la Hermana Jolanta Kafka, misionera claretiana polaca y prefecta general de las misioneras claretianas. Fue presentada por Ianire Angulo ESSE, profesora del ITVR. Ella fue recorriendo su trayectoria vital e introduciendo el tema que la Hermana Jolanta desarrolló: Jesús, encarnación de la misericordia y modelo de consagración.
Introdujo su exposición recordando que la Misericordia puede ser entendida desde la categoría de fidelidad y compasión, y que ambas se fusionan con la alegoría de alianza nupcial. Junto a esto, subrayó que el centro de la conferencia es Jesucristo como encarnación de la misericordia y modelo de consagración. Aclaró que el camino que iba a trazar tendría tres momentos: el misterio de la encarnación desde la misericordia, Jesús el rostro de la misericordia y los consagrados en el hijo.
En primer lugar, proyectó con algunas imágenes dolorosas, las realidades del mundo invitando a mirarlas basándose en la meditación de Ignacio sobre la Encarnación, en la que se invita a mirar el mundo con los ojos de Dios, es decir, mirada de compasión y Misericordia que se convierte en redención. También destacó el sentido del oído como vehículo fundamental de percepción de las situaciones de la humanidad sufriente. Cuando se mira y se escucha el dolor, surge una acción de abajamiento de Dios en Jesucristo para redimir al mundo. Es en el Hijo donde se manifiesta la plena Misericordia de Dios, que revela el interior del seno del Padre. Dios hecho hombre es un acto de misericordia.
En segundo lugar, dijo la Hermana Jolanta que todo aquel que participa del mismo movimiento de Jesús, se constituye como consagrado. Éste se caracteriza como aquel que participa en el conocimiento del rostro misericordioso del Padre y lo anuncia a las mujeres y hombres del mundo, especialmente a los pobres, enfermos y marginados, tal como lo hizo Jesús, que obró haciendo el bien entre los enfermos, los desesperados, los miedosos y los pecadores. Esta fidelidad al Padre, es lo que le lleva como Hijo obediente a la muerte en Cruz. Por eso, la vocación a la vida consagrada tiene inserta la Misericordia, no porque sea «campeona» de la misma, sino porque haya su razón de ser porque los consagrados han sentido en sí que Dios ha sido misericordioso con ellos. Y no teniendo tiempo para más invitó a los participantes a hacer redención.
La historia de la Vida Consagrada en clave de misericordia: «… a mí me lo hicisteis»
La última conferencia de la tarde del viernes el P. Teodoro Bahillo presentó al P. Antonio Bellella, misionero claretiano y profesor del ITVR. En dicha presentación ofreció de una manera sucinta su trayectoria tanto biográfica como académica. Al finalizar el itinerario del P. Bellella, éste inició su exposición dando algunas advertencias y proyectando una serie de imágenes sobre el llanto de Pedro al reconocerse pecador ante Jesús, clamando Misericordia.
Una vez finalizada la proyección, arrancó la exposición constatando las contradicciones que a lo largo de la historia de la Iglesia. Una historia de luces, pero también de sombras. Y la vida consagrada no ha sido ajena a ella. Ha habido momentos en los que ella ha tenido momentos y actitudes inmisericordes provocando esterilidad. A la vez, cabe constatar que a su vez la vida consagrada ha generado páginas heroicas de misericordia. En segundo lugar, aludió a las categorías bíblicas del sueño, la promesa y el tiempo como espacios claves de manifestación de Dios hacia los hombres, para demostrar que la historia es el marco de referencia en el que Dios revela su Misericordia y así lo han experimentado los cristianos desde los primeros siglos de su existencia. Y ente estos cristianos que experimentaron en la historia la Misericordia eterna de Dios en la historia fueron los consagrados.
En segundo lugar puso de relieve que la Misericordia en la vida consagrada no ha de reducirse a la ejecución de una serie de obras caritativas-sociales, sino que la Misericordia está ligada al carisma; una forma misericordiosa de ser en la vida consagrada. Por eso la Misericordia en la vida consagrada se presenta como una matriz que genera una fecunda manera de plasmarse a lo largo de la historia en: la reconciliación y la hospitalidad; fraternidad y pobreza; Salus: salvación y salud; y la caridad y justicia. Estas cuatro matrices son las líneas maestras que han ido caracterizando la vida consagrada desde sus primeros momentos de existencia hasta nuestra era. En tercer lugar, el P. Bellela leyó una serie de historias relacionadas con la Misericordia como reparación, perdón y reconciliación. Para concluir su conferencia destacó que la Misericordia que ha vivido la vida consagrada ha sido siempre una realidad concreta que se ha hecho realidad allá donde ha habido acogida y fertilidad.