Los semanistas se dividieron en dos sedes: la sede de las Conferencias de la tarde y la sede del InstitutoTeológico en C/ Juan Álvarez de Mendizábal, 65 bis. A cada uno de estos grandes grupos les fueron formuladas diversas preguntas en torno a las dos ponencias del día anterior
- ¿Que dirías de tu casa, de tu edificio?; ¿qué es lo más significativo?
- ¿qué me ha parecido más importante de la ponencia: «Maestro, ¿dónde moras»?
El profesor Bellella recordó el núcleo de su ponencia: a lo largo de la historia, las comunidades religiosas han respondido al contexto socio-cultural en el que surgieron. Hoy día, sin embargo, no es un lugar estable, sino que se configura por su misión en el pueblo de Dios. Una convicción fue unánime: la casa ha de tener como centro a Cristo, que inspira y hace buenas todas nuestras obras. El ambiente de oración, la aceptación mutua, la vida en fraternidad son pilares imprescindibles para la construcción de la casa-comunidad religiosa. La presencia de Cristo en el centro de la comunidad abrirá las puertas de nuestras casas a cuantos toquen la aldaba.
«¿Dónde moras, Señor?, se preguntaba ayer tarde Inmaculada. La vida consagrada por su carisma y su dinámica –en continuidad con lo que dijo en la tarde de ayer– tiene que ser el domicilio de Jesús en la tierra. Es necesario, por ello, abrir «nuestro tejado» para facilitar la venida de Jesús en medio de nosotros. Solo viviendo en Él y Él en nosotros podemos dar testimonio del Señor ante el mundo.
Tras un oportuno descanso, continuó el trabajo matutino con un panel de experiencias sobre "la casa de la Trinidad y de los cautivos", "la casa de Jesús" y "la casa de María".
- La Hna. Rosaura Rodrigo (Hermanita de Jesús y superiora provincial) ofreció su experiencia emotiva y emocionante sobre la casa inserta de las Hermanitas de Jesús en barrios marginalesdiseñó la «La Casa de Jesús».
- La Hna. Teresa Hernando (Concepcionista y superiora provincial) dibujó con maestría La casa de María.
- El P. Ignacio Rojas, trinitario y profesor en la facultad de teología de Granada, presentó la historia y el presente de una peculiar visión: "la casa de la Trinidad y de los cautivos .
Las piedras con las que se construyen estas casas ya nos resultan conocidos: oración, unidad, el gozo de la fraternidad…, y Jesús como centro y pilar de toda construcción… En una palabra, es necesario que el Señor construya la casa y guarde la ciudad.
Sesión vespertina
La secretaria de la Confer, la calasancia Hna. Julia García, que presidía la sesión de la tarde, invitó a los semanistas a cuidar los espacios comunes que tiene la vida religiosa en España: el ITVR, la revista «Vida Religiosa», la Confer, etc.
El P. Manuel Tamargo, cmf (superior provincial de la Provincia Claretiana de Santiago, a la que pertenece el Instituto Teológico de Vida Religiosa, y en representación también del Superior General y presidente del ITVR, P. Josep Maria Abella), dirigió una palabras de saludo a los participantes, al mismo tiempo que agradeció al Instituto de VR el servicio misionero que sigue ofreciendo a la VR del mundo.
El primer ponente de la tarde –el teólogo colombiano y profesor de la universidad Javeriana de Bogotá Ignacio Madera (Salvatoriano)– confesó: «me gusta trabajar con metáforas». A continuación nos invitaba a los semanistas a situarnos en el presente de la Vida Religiosa, sin nostalgias del pasado ni análisis fatídicos que no abren horizontes. Desde ese presente la casa resulta ser un lugar «en el camino y para el caminante». Como a los discípulos de Emaús, nos sugería cómo la comunidad es lugar de intimidad para reconocerle al partir el pan y cómo la misma misión necesita volver a la casa para discernir desde ahí todas esas preocupaciones de las que hablamos «por el camino».
Tres términos han sido los ejes de la ponencia de este religioso Salvatoriano al referirse a la Vida Consagrada: cenáculo donde se comparta el pan y se globalice la solidaridad, observatorio que nos permita reconocer al Resucitado en todo lo humano y lanzadera que nos haga recuperar una fantasía creadora sostenida por la promesa de Jesús. Nos hacía soñar con que otra Vida Religiosa es posible si trabajamos para ello en el presente…, pero que tendrá que ser desde la minoridad, intensamente ligada a Dios y a la vida y profundamente feliz. De este modo la vida religiosa del futuro será más religiosa y más vida.
El Director del Instituto Teológico de Vida Religiosa, José Cristo Rey García Paredes, presentó ante todos los semanistas la exposición fotográfica "La casa de todos" del artista fotógrafo Miguel Tombilla, misionero claretiano y también fotógrafo oficial de nuestra Semana.
Media hora de descanso venía bien para comentar lo escuchado en el aula y para que el auditorio se preparara para la próxima ponencia. Corrió ésta a cargo del obispo auxiliar de Oviedo (Asturias), Mons. Raúl Berzosa.
Tituló su intervención de un modo sugerente: «¿cómo ser consagrado hoy y no morir en el intento?». Ante los retos del presente, alentó a los semanistas a convertirse en un «pueblo de la memoria». Como eje de su presentación evocó unas preguntas que la misma Iglesia se hizo a sí misma en el Concilio Vaticano II aplicándolas al hoy de «la Vida especialmente Consagrada»: ¿dónde estamos? ¿qué camino recorrer? y ¿qué llevar en la mochila?
Para responder a los retos culturales que ha ido describiendo, sugeríó la adquisición de una nueva brújula para orientar el camino hacia unos claros puntos cardinales: Norte (primado la Gracia), Sur (profundizar en la eclesiología de comunión), Este (recuperar una pastoral integral) y Oeste (cultivar las orillas de la presencia pública en el diálogo fe-cultura y la acción samaritana). Y, para el camino, animó a llenar la mochila con un cúmulo de consejos. Así la Vida Religiosa será significativa en la Iglesia local y en la ciudad, dejando a un lado las actitudes del Salmo 137 (136), siendo «lúcidos y lucidos» y sugiriéndonos que, con las palabras de León Felipe, El que tenga una doctrina que se la coma, antes de que se la coma el templo; que la vierta, que la disuelva en su sangre, que la haga carne de su cuerpo... y que su cuerpo sea bolsillo, arca y templo.
Estas palabras y la Palabra entregada en la celebración final han sido el broche de oro de esta jornada.